lunes, 28 de marzo de 2011

FAMA Y SERVICIO SOCIAL: UN NEGOCIO RENTABLE


 Por José Cabrales López.




Para nadie es un secreto que la Responsabilidad social está de moda, las grandes empresas Colombianas han puesto en marcha un tema importante en el marco de sus políticas, la tan nombrada estrategia solidaria deja ver el espíritu con sentido social que tenemos los colombianos, y a la vez son retribuidos de cierta forma con una publicidad corta pero que en realidad lleva consigo una carga emocional que impacta.
La Responsabilidad Social como ese nuevo mecanismo de solidaridad que las grandes empresas han querido adoptar, no solo es una estrategia publicitaria para demostrarle al país que los millonarios empresarios en realidad si hacen su aporte a los más necesitados, sino que además pueden cambiar la imagen de su empresa, y más si estas han pasado por escándalos corporativos.
Hace unos días nos enteramos por los medios, que nuestra querida y famosa cantante Shakira estaba en conversaciones con la presidenta de Brasil: Dilma Rosseff, para llevar a cabo una serie de obras sociales con niños de ese país. Obviamente la intención mostrada a los medios es la mejor y de cierta forma nadie hace crítica a ese asunto porque siempre habrá beneficiados en este tipo de proyectos, así el creador de la iniciativa tenga otras.
Pero en realidad no se necesita ser adivino para darse cuenta que los artistas hoy en día van más allá de despertar un sentido social, sino también un protagonismo en el que muchas veces se ve reflejado en sus vidas privadas.
La actitud de los diferentes medios de comunicación tanto nacional como internacional, ha sido errada en el sentido de mostrar y darle más protagonismo a la vida privada de los artistas, que a las obras y la labor social que hacen, tal vez estamos acostumbrados a un morbo totalmente amarillista donde nos importa un bledo que en Japón hallan miles de damnificados, o que en el municipio de Bello, Antioquia murieron decenas de personas por vivir en lugares de alto riesgo, de una u otra forma estamos siendo testigos de cómo el romance de Shakira influye más que un fenómeno político, social o económico.
Para las grandes empresas ya es una obligación, tener un objetivo de responsabilidad social, que cumpla con unos requisitos para el público beneficiado pero a la vez, es también prioridad impulsar publicidad y el buen sentido social a través de los medios de comunicación.
Donde queda aquel derecho a la privacidad, si los mismos artistas también permiten que sus vidas privadas sean públicas para vender mas discos, ser protagonistas de la próxima telenovela, o incursionar en el modelaje?, es el mismo contexto el que influye en que los medios     hoy en día se valgan de cualquier cosa para tener la primicia de una estrella de la farándula nacional o internacional. Los medios como gestores de opinión pública están siendo pioneros en un negocio rentable, la vida privada de los famosos ligada a su sentido de responsabilidad social.
Estamos lejos de crear cultura ciudadana, mientras pocos influyen en capacitar y concientizar, los medios siguen atenuando lo que para unos pocos es importante pero reluciendo lo que para muchos es cotidiano. 

lunes, 14 de marzo de 2011

CAPACITAR PARA PREVENIR

Por José Cabrales López



Es inevitable la variedad de sentimientos y reacciones que llegan a nosotros al ver imágenes tan impactantes como las que dieron a conocer los medios de comunicación, por la tragedia ocurrida en Japón y que hasta ahora son 1.833 muertos y 2.369 heridos resultado del fuerte terremoto de 8,9 grados. Pero nos detenemos a pensar, que pasaría si estuviéramos en los zapatos de esas personas?. Si de algo estamos siendo testigos es que en Colombia nos falta mucho en materia de capacitaciones en la prevención de desastres naturales, aunque se avanza lentamente.
Es labor del estado y del Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres, capacitar de forma moderada y continua a todas aquellas personas que viven en lugares de alto riesgo, pero si se está cumpliendo la labor? o solo nos preocupamos en hacerlo cuando existe una alerta máxima?. Uno de los errores más graves en nuestro país es que le dejamos todo a las entidades del gobierno y nuestro sentido y responsabilidad social queda a un lado. Nos damos cuenta que los organismos encargados de vigilar y observar que se cumplan ciertas reglas y condiciones, como el caso de las veedurías hoy en día parece ser que de eso solo tienen el nombre, o de otra forma Colombia no sería uno de los países con los más altos niveles de corrupción en el mundo.
Es tanta la insatisfacción de los colombianos con este dichoso Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres , que muchas empresas incluyendo los medios de información se han unido para buscar ayudas y suplir las necesidades de los afectados, no pienso que se esté obrando mal, al contrario si algo tenemos los Colombianos es nuestro gran sentido de solidaridad, pero si pienso en el porqué no se realizan verdaderas campañas de socialización con las personas que viven en lugares de alto riesgo?, porque no explicarles con honestidad la intención de trasladarlos a otro lugar? . Estoy seguro que el problema son las estrategias que se utilizan para hacer entender a una comunidad en general sobre qué es y que no es lo mejor para ellos.
Si ya estamos asqueados de que existan infinidades de entidades y organizaciones que al final no cumplan sus funciones. Aclaro no he dicho que el Sistema Nacional de Prevención sea una de ellas, todo lo contrario gracias a ellos sabemos que puede pasar en el país en cuestión de desastres, porque buenos analistas y observadores si son, pero la idea es implementar mas estrategias para que esas comunidades que puedan verse afectadas, por lo menos tengan una reacción o estén preparados en una circunstancia de esas.
 Capacitar para prevenir, es una estrategia viable para mejorar la forma de pensar de muchas personas que día a día ponen en riesgo su vida y la de sus seres queridos por que en un momento de incertidumbre la mejor concejera es la calma.

lunes, 7 de marzo de 2011

¡QUIEN LO VIVE, NO LO GOZA TANTO!

Por José H. Cabrales López

Ayer Finalizó con aparente éxito la fiesta más importante de la costa Caribe y una de las más visitadas en Colombia, declaradas patrimonio de la Hermandad por la UNESCO: El carnaval de Barranquilla el cual culminó con la muerte de Joselito Carnaval.
Estos cuatro días que duran las festividades, se prestan no solo para que miles de estudiantes universitarios dejen a un lado sus compromisos académicos y se escapen a disfrutar de  lo que ofrece la ciudad de Barranquilla, sino también para que el lente de todos los medios de comunicación se enfoque en los hechos que a la vez ocurren en la ciudad.
En este Carnaval hay derroche de alegría y jolgorio para todos sin distingos de ninguna naturaleza, aunque recordemos que de las fiestas que los españoles les permitían realizar a los esclavos en Cartagena, durante la conquista, de la tradición Católica y de la influencia de los inmigrantes, surgió el Carnaval de Barranquilla. Esos cuatro días no solo son de desorden para los barranquilleros, sino para todos los turistas que llegan a la Arenosa a disfrutar de dichas fiestas populares.
Algo que me parece aberrante es la forma como los medios de comunicación manejan la información durante las festividades, iniciando porque la ciudad de Barranquilla es la cuna de historias insólitas y hechos curiosos que aunque parezcan jocosos, a la vez toman un tinte amargo ya que derrocha un mundo de ignorancia y lo peor, denigrando la cultura costeña, así toquen el dolor de un muerto. Pues para nadie es un secreto que si matan a una persona, a la hora ya hay más de 10 versiones sobre porque fue asesinado y 20 biografías de las cuales el 50% hablan bellezas del difunto, y en la otra mitad sus defectos más un  párrafo demás para “darle picante a la historia”.
En estos días no solo fuimos testigos del boom que causó  “Moreno” el jugador del Junior quién  pateo de forma inmadura e inconsciente a una lechuza que estaba en la cancha, sino también del asesinato de una mujer española que visitaba nuestro país solo para asistir por primera vez al tan maravilloso Carnaval de Barranquilla.
Lamentablemente este tipo de noticias se vuelven tan exprimidas por los medios que sería imposible hacerse notar internacionalmente. Dar a conocer la inseguridad de Barranquilla y de muchas o  casi todas las ciudades del país, sería una tarea que los medios deben cumplir no solo en tiempos de festividades, sino cada que un hecho similar ocurra. Lastimosamente muchas de estas empresas informativas, no muestran este tipo de cosas porque no es un caso nuevo, si es un asesinato pero como murió?, quien era? y que trascendencia tiene la muerte de una persona que nadie conocía pero que su casos queda impune como muchos manejados por la justicia de este país? .Hacia dónde vamos ,definitivamente quien lo vive es quien lo siente.