Por José H. Cabrales López
Ayer Finalizó con aparente éxito la fiesta más importante de la costa Caribe y una de las más visitadas en Colombia, declaradas patrimonio de la Hermandad por la UNESCO: El carnaval de Barranquilla el cual culminó con la muerte de Joselito Carnaval.
Estos cuatro días que duran las festividades, se prestan no solo para que miles de estudiantes universitarios dejen a un lado sus compromisos académicos y se escapen a disfrutar de lo que ofrece la ciudad de Barranquilla, sino también para que el lente de todos los medios de comunicación se enfoque en los hechos que a la vez ocurren en la ciudad.
En este Carnaval hay derroche de alegría y jolgorio para todos sin distingos de ninguna naturaleza, aunque recordemos que de las fiestas que los españoles les permitían realizar a los esclavos en Cartagena, durante la conquista, de la tradición Católica y de la influencia de los inmigrantes, surgió el Carnaval de Barranquilla. Esos cuatro días no solo son de desorden para los barranquilleros, sino para todos los turistas que llegan a la Arenosa a disfrutar de dichas fiestas populares.
Algo que me parece aberrante es la forma como los medios de comunicación manejan la información durante las festividades, iniciando porque la ciudad de Barranquilla es la cuna de historias insólitas y hechos curiosos que aunque parezcan jocosos, a la vez toman un tinte amargo ya que derrocha un mundo de ignorancia y lo peor, denigrando la cultura costeña, así toquen el dolor de un muerto. Pues para nadie es un secreto que si matan a una persona, a la hora ya hay más de 10 versiones sobre porque fue asesinado y 20 biografías de las cuales el 50% hablan bellezas del difunto, y en la otra mitad sus defectos más un párrafo demás para “darle picante a la historia”.
En estos días no solo fuimos testigos del boom que causó “Moreno” el jugador del Junior quién pateo de forma inmadura e inconsciente a una lechuza que estaba en la cancha, sino también del asesinato de una mujer española que visitaba nuestro país solo para asistir por primera vez al tan maravilloso Carnaval de Barranquilla.
Lamentablemente este tipo de noticias se vuelven tan exprimidas por los medios que sería imposible hacerse notar internacionalmente. Dar a conocer la inseguridad de Barranquilla y de muchas o casi todas las ciudades del país, sería una tarea que los medios deben cumplir no solo en tiempos de festividades, sino cada que un hecho similar ocurra. Lastimosamente muchas de estas empresas informativas, no muestran este tipo de cosas porque no es un caso nuevo, si es un asesinato pero como murió?, quien era? y que trascendencia tiene la muerte de una persona que nadie conocía pero que su casos queda impune como muchos manejados por la justicia de este país? .Hacia dónde vamos ,definitivamente quien lo vive es quien lo siente.
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